—No trates de aferrarte al arte.
Fueron las palabras que Eduardo me dijo en medio de una lucidez casi perdida por el sueño. Con un tono burlón, cualquiera pensaría que conservaba humor después de los continuos ajetreos en los tres últimos días del festival.
En el fondo sabía a qué se refería.
Este fue el inicio de un vórtice de deudas que nos acarrearían por mucho tiempo.
¿Y por qué me incluyo?
Eduardo tuvo la brillante idea de darme un poder legal, y como los dos estudiamos comunicación social, tomamos muy malas decisiones administrativas.
La experiencia vívida aquella noche la denomino Post ludere—en latín para que suene mejor—y es muy interesante:
La adrenalina pura y previa con un desenlace existencial.
Sientes que el fin del mundo es el día de la función, y para ti no existe un mañana; mueves el cielo y la tierra. Cuando acaba el clímax, te cala una horrible sensación de vacío. Ya ocurrido el apocalipsis, estas solo a la deriva.
Ahora encarnas el papel de pusilánime que siempre has manejado bien toda tu vida.
Después de aquel bajón, vuelves por más.
Produces, diriges, actúas para lograr vivirlo perpetuamente.
Con sus fases, con sus sabores.
No tiene precio.
Rassiel Zabala (Bolivia, 2000) escritora, actriz y productora teatral. Estudia la carrera de Comunicación Social. Ha actuado en las obras El Anteinfierno, La filosofía en la alcoba, Los 120 días Sodoma, además de haber trabajado como productora en las dos últimas. Ha participado en lecturas poéticas en diferentes encuentros y espacios culturales.