NORTE DESIERTO Ancla en la soledad más desolada, Antofagasta enciende sus crepúsculos, arde en el mar El grito de sus tardes derramando azafrán sobre los cerros. Este es el norte sol todo silencio; más antigua es la tierra en esta tierra. Este es el norte sol todo desierto; me parece aquí el hombre más humano, más solo en su tarea de estar solo. Como faro en el mar canta el pimiento. Sólo la tierra reina en esta tierra; el árbol es aquí niño extraviado, un pájaro sin canto que sueña ensimismado con praderas y ríos de otros cielos. Sólo la tierra sola es la que reina tierra, más tierra y tierra y pura tierra y en la soledad soledad salada, la más pequeña brizna es una selva. Antofagasta, 1963 CANTO EN YO Canto en yo, porque no se me ocurre hacerlo de otro modo; canto en simple, porque no veo otra manera; canto en yo, porque todo lo que existe se me agolpa, porque las urbes vienen a mi mano; porque las risas vienen y acuden los sollozos. Canto en yo, porque la Y se parece a mi esqueleto y la O tiene la forma de la tierra; porque la Y es un río bifurcándose y la O, el sol que nos gobierna. Canto en yo, porque no soy yo quien canta, sino muchos; porque no soy yo, sino una llaga. Canto en yo, porque soy yo el que vivo; porque soy yo el que muero; porque conmigo empieza y termina el universo. VOCACION Soy sólo profesor poseo un traje gris y una corbata; no puedo tener novia ni automóvil ni casa. Engaño en mi función en forma refinada: hablo del bello mundo y de la patria, reviso mil cuadernos por segundo, yo paso mi programa, le limpio la nariz a mis alumnos aunque nadie me paga. Las gentes ignorantes me escupen en la cara, me pisan en las micros, me denigran, me ultrajan. Mas viendo yo a los niños, alumbra la mañana, retórnanse a su sitio mis sentidos sumérjome en mi acuario conocido. Poemas extraídos de: Hernández, Sergio. Registro, Nascimiento, Santiago, 1965.
Sergio Hernández (1931-2010) Escritor y profesor chileno nacido en Chillán perteneciente a los llamados «poetas de provincia» que escribían desde los lugares más recónditos del país. En su juventud se relaciona con lo más selecto de la poesía de su época y fue cercano a Neruda. Es recordado por ser el primer chillanejo en pertenecer a la Academia Chilena de La lengua y por los versos que escribió a su ciudad, sin embargo, su obra ha quedado relegada a pequeños círculos, tal vez por su poco interés en la publicación. Algunos de sus libros son «Registro»(1965), Últimas señales (1979) y «Adivinanzas» (1998).
Colaboración de Patricio Alejandro Rodríguez, Santiago de Chile.
*Nuestra memoria es una sección de El camaleón que busca recuperar textos de autores fallecidos o injustamente olvidados. La revista no lucra con los textos y siguen siendo propiedad de autores o sus herederos. El camaleón se declara no responsable de cualquier infracción de derechos de autor. Para colaborar envíe el texto, además de una foto del autor, su biografía y el lema: «La presente colaboración está libre de derechos y/o compromisos editoriales» al correo librosdelcamaleon@gmail.com
compártelo con tus contactos vía:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)