Pocas cosas son irreversibles: el tiempo, la muerte, y la violencia. En la película Irreversible, Gaspar Noé nos hace partícipes y testigos, no ya de dos crímenes atroces, sino de la vida de tres personajes en concreto. La historia empieza por el final. El espectador conoce el futuro, se lo es dado desde que inicia la película. Poco a poco vamos relacionando el origen, causas y próximas consecuencias, como si arrojáramos un tablero de ajedrez al aire, pero ya conociéramos, de antemano, dónde caerán las piezas.
La película causó controversia debido al grado de violencia explícita, sobre todo, en dos escenas específicas. Una de ellas es la del asesinato. Pierre, personaje que aparenta ser pacífico, destroza el rostro de un hombre con un extintor hasta que se forma un amasijo de carne. La otra escena es la de la violación de Alex, personaje interpretado por Monica Bellucci. Es una mujer que por mala fortuna atraviesa un metro muy solitario, se encuentra con un hombre que está amedrentando a una prostituta; pero éste fija la mirada en la atractiva figura de Alex y decide en ese momento violarla por el ano. La escena es brutal, terrible, explícita. La cámara que siempre había estado en movimiento desde el inicio, se detiene, ahora reposa en el suelo. La escena dura nueve minutos. Nueve minutos en los que el espectador se confronta internamente: ¿Cine o realidad? Claro que la violación no es invención del cine; sin embargo, el autor construye uno de los retratos de violación más crudos y verosímiles que haya existido a lo largo de la historia. Cuestionaría a aquellos que acusan al director por utilizar «una violencia innecesaria». ¿Cómo debe retratarse una violación para que no dañe la susceptibilidad de nadie? ¿Cómo retratar una violación púdica, empática, correctamente política? Gaspar construye una realidad alterna donde el cine intercede en el mundo entremezclando la verosimilitud del relato con la vida.
Dice Slavoj Žižek que la violencia es algo que altera el ritmo natural de las cosas. La decisión estratégica de narrar la historia empezando por el final, no es una propuesta exclusiva a la experiencia visual, por el contrario. El subtexto está insertado en la forma: el tiempo y la violencia son irreversibles. Gaspar Noé es una gran muestra de las muchas posibilidades que puede tener el lenguaje cinematográfico. Es atrevido, lúdico, sin miedo a la experimentación.
Conocemos los movimientos de cámara de ésta película, sabemos que es caótica, descontrolada. Atravesamos este viaje con el ojo escrutador en movimiento que traza la historia de fin a principio. Como ante mencionaba, vemos el futuro. Conocemos lo que estos personajes viven, están viviendo, y vivirán, de manera simultánea, lo que ellos todavía no saben, pero tendrán que atravesar. No tienen idea remota de lo que viene después, ¿no es eso la vida? Vivir bajo las leyes del azar.
De pronto, irrumpe algo, sea el caos o la maldad, pero interviene en la vida; al punto que puede interrumpirla por completo: Despiertas, descubres que estás embarazada, sales, coges una ruta que no frecuentas, te violan brutalmente, golpean tu cuerpo, refriegan tu rostro a golpes en el suelo, te patean en el estómago, y pierdes el bebé. Una noche, cualquiera. Incluso esa misma mañana te sentías dichosa, feliz.
Ahora te pregunto, ¿Para ti qué es irreversible?
Una respuesta a «Poética de lo irreversible»
👏👏👏
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