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Ejercicios de escritura creativa Narrativa

Viendo la fotografía

Instrucción

Ejercicio basado en una fotografía de la película hongkonesa Fa yeung nin wa o Con el ánimo de amar.

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Textos

Burn-out

Esperando a que llegues viernes, no sabes lo difícil que ha sido ver pasar la aguja por cada número, tic toc una y otra vez. Quisiera un cambio de rol porque eso haría reactivar mis emociones, no sé si será normal estar preocupado por las cosas que sucederán, aunque aveces siento que estoy más preocupado por las que han sido, noches de desvelos pensando… Es irónico que por las mañanas las horas parecen Bolt en competencia, siempre busco una excusa, pero no por las llegadas tarde sino para la vida, ¿qué es la vida? ¿por qué vivir? Son preguntas que hacen ruido en mi mente, los días pasan y no logro hacer lo que quiero, siempre se interponen situaciones que por más que trato ni siquiera me dejan hacer lo que debo. El celular suena, pienso… Seguro son preguntas que quieren respuestas, aumenta mi ansiedad, realmente es difícil pensar en dos cosas a la vez, y vuelve a sonar… el reclamo se hace presente, quiere mi atención, pero tengo cosas que hacer, la ignoro, ella contrariada piensa que yo río y no se imagina que por tantas emociones lloro. Quedan pendientes en la oficina y lo único que quiero es huir de esas cuatro paredes grises que lo único que hacen es desgastarme, no sé si podré soportar un día más.

Krizia Vásquez


La nube de humo se disipaba lentamente formando un hermoso y etéreo halo alrededor de su cabeza. La desesperación contenida en cada movimiento aparentemente frío y calculado se sentía hasta el lugar desde donde le observaban.  Parecía una bomba a punto de estallar. Estaba justo donde ella lo quería. 

Vistos desde un tercer punto de referencia, era como si estuviéramos observando el juego del gato y el ratón.  

Así mismo había sido testigo del encuentro siete años antes.  Un motel enraizado en la zona más sórdida de la ciudad.  La luz neón del maltrecho letrero que ya solo anunciaba un «Otel», el pavimento húmedo por la ligera llovizna de la madrugada… Creyó escuchar la trompeta de Luis Armstrong… Un aroma a agua de rosas, el color fucsia de las paredes mal pintadas, no obstante, terminó por reconocer que era Pedro Navaja. Acoasmas.

Entraron tres. Solamente salió dos. ¿Y la chica?  La habitación del motel hizo las veces de la caja de exhibición de una muñeca Barbie convertida en rompecabezas sin armar, piernas, brazos, cabeza, torso…mechones de cabello rojizo. Pollock aprobaría el dripping en las paredes. Parecía que había pasado un siglo. Para ella si lo fue. 

El día que había comprado el arma, fue el mismo día que el Ministerio Público le dijera que aún iban a tardar unos seis meses más en investigar. Investigar, investigar, investigar… Cada seis meses sucedía algo nuevo y todo volvía a empezar. O así parecía.  Era un maldito loop. El dinero y el poder en países bananeros hace milagros. 

Seguramente la investigación se aplazaría otra vez después que le atraparan. Dinero, abogados mafiosos, más dinero.  

Paradójicamente contrario a la creencia popular la venganza una vez que es consumada no llena ningún vacío. Cava más profundo. 

La cabeza le daba vueltas y vueltas, empero toma el arma con más decisión. Todo se ralentiza.  Los del ministerio llegan, sin percatarse de su presencia. Ella le apunta y vuelve a transcurrir otro siglo…El ruido ensordecedor… Silencio.

Rosmery Ramírez


Sigo pensando en ella. En sus piernas. En la voluptuosidad de sus piernas. Muchas veces pensé que lo haría, mas nunca me creí capaz hasta que lo pediste. Los fantasmas solían apoderarse de mí y salían a tu encuentro. Y entonces, agobiada por ese mundo me pediste que te fumara. Estás loca, dije. No, dijiste mientras suspirabas. Fumarme, fuma cada poro de mí y deja que el aroma se disipe en los pulmones de todos esos amantes que te leerán… 

Juan Pablo González


¡Puta! Estas cuentas me están chupando, pero aquí estoy gastando lo poco que tengo en estos cigarros de mierda. Ya ni eso hacen bien con sus tantos aromas, parecemos baños con tanto aroma que sale de la boca. 

La luz subió, los mierdas del agua me cobran hasta cuando sudo, la gasolina bajó pero ya no tengo trabajo para tener ese lujo irónico en pleno encierro. A ver, cerraré los ojos un rato… 

… 6 meses ya, ¡qué rico lo hace! Con una buena mamada y un buen puro cualquiera desearía estar encerrado. Creo que he hecho buenas inversiones, la mercancía se ha movido muy bien. ¡Puta madre, qué buen día! Un buen bolero, esta señorita, este puro, la carta de mi esposa asegurando el terreno y la prensa hablando de mí… 

-¡Vos, Mariano! Acaba de llegar la factura del internet y del teléfono. -¿Por qué no podés ser más delicada para hablar? Me vas a dar una diabetes si seguís gritando así. 

Cuánto quisiera tener inclinada la cabeza por una mamada y no por pagos pendientes… 

Raquel Pérez


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