Si Dios vio lo que ocurrió no le importó en lo absoluto.
Rorschach
Te veo y me das miedo tu mirada realmente me odia Decime ¿qué te he hecho para que me observés con tal menosprecio? Tus luces cada vez más cerca se acercan a mis narices Olfateo el olor a gasolina y el humo contaminante manado de tu escape Huelo el aceite que pasa entre tus cadenas chirriantes El ruido aumenta el motor acelera ¿El fin será fugaz? Tu mirada cada vez más endemoniada se enciende al ver mi miedo inevitable enmedio del camino Dios te perdone querido amigo porque no podré hacerlo yo Tronó el primer hueso mi cráneo se destrozó volaron los sesos y cesó el corazón La sangre desparramada es la única testigo del odio infundado que me mató El cuerpo desaparecerá pero mi recuerdo de tu memoria no se borrará jamás El brillo de mis ojos en mis últimos momentos estará siempre doliendo en tu corazón enfermo Amigo tu odio me inmortalizó y causó lo contrario a tu objetivo: mi definitiva eliminación Mi recuerdo en tu mente hasta tu muerte vivirá y solo entonces encontrará —aunque no vos— la paz