El conocimiento humano actual puede ufanarse de que tiene a su alcance gran número de herramientas que lo ayudan a medir, analizar y experimentar sobre su entorno. Además de que el registrar las rutas y superficies ha sido una de las principales actividades humanas: desde las primeras migraciones, el asentamiento de las grandes urbes, y la más reciente exploración espacial donde se utilizan sofisticados satélites y otros medios digitales.
Este proceso de conocimiento y registro estuvo ligado al avance tecnológico progresivo de la raza humana, siendo primero el desplazamiento por tierra, por mar y posteriormente por aire. Sin embargo, aún en la actualidad existen ciertos retazos históricos que desafían la creencia del progreso lineal de la humanidad y que ponen en jaque a la historia oficial, dejando la puerta abierta a la reflexión y la especulación sobre los hechos que nos precedieron. Tal es el caso del misterioso Mapa de Piri Reis.
Actualmente este mapa ha gozado de mucha popularidad debido a su contenido difícil de catalogar como oficial y hasta de creación imposible. Este mapa fue obra del almirante otomano Piri Reis, el cual se había impuesto la tarea de recoger fragmentos de mapas antiguos con el propósito de juntarlos en uno más completo y confiable. De tal manera, parece que Piri Reis tuvo acceso a fragmentos de mapas muy arcanos que expresaban de manera fidedigna las costas de tierras y continentes que para la fecha de 1513 resultan inconcebibles.

El Mapa de Piri Reis parece ser una obra que fue dividida en 3 partes, siendo que sólo se conoce una parte donde se muestra América, faltando los fragmentos correspondientes al centro de Europa y Asia. Además, el mapa presenta una perspectiva esférica y no plana, como la mayoría de los mapas de antigüedad semejante.
Lo más impactante del Mapa de Piri Reis es que goza de una exactitud impecable y hasta imposible, debido a los pocos recursos con los que se contaban en tiempos del almirante otomano que lo adjuntó y presentó. Al parecer se tiene la certeza de que el cartógrafo Piri Reis tuvo acceso a fragmentos de mapas muy antiguos que estuvieron disponibles en la Biblioteca de Alejandría, y en los cuales se estipulaba que dichos mapas habían sido creados por los reyes del mar, haciendo referencia a los habitantes de la Atlántida.
Si Piri Reis tuvo acceso privilegiado a tal descubrimiento, se pondrían en duda muchas de las afirmaciones históricas que se tienen sobre el pasado de la humanidad. Además, es debido a la forma en que están presentadas las ilustraciones, los detalles y las ubicaciones precisas en el mapa lo que ha ocasionado que los científicos y especialistas en cartografía se escandalicen por la existencia tan incómoda de dicho mapa.
Incluso se ha llegado a sospechar que, por la manera en que están presentados los fragmentos de tierra e incluso los detalles marítimos, el mapa fue creado desde una perspectiva aérea, como si lo hubieran trazado con la ayuda de un satélite o algún elemento moderno. Sin embargo, se ha descubierto que el mapa tiene a Egipto como el centro del trazado, lo que ha ocasionado más especulaciones sorprendentes debido al significado misterioso y esotérico de Egipto.
El mapa además muestra con exactitud la forma de América del sur, algunas islas imposibles de haber sido conocidas en la época de Piri Reis, e incluso salta a la vista que América y la Antártida estén unidas por un trecho. Al respecto se sabe que efectivamente esto sí sucedió, pero hace más de 10 mil años atrás, siendo un terremoto la causa de la separación de estos dos territorios. Además, al respecto del misterio de la Antártida mostrado en el mapa, esta tierra se presenta sin hielo y con ilustraciones medievales de serpientes gigantes.

Estos no son todos los misterios que podemos vislumbrar en el Mapa de Piri Reis, ya que también hay otras curiosidades históricas “imposibles”. Se muestran por ejemplo la Isla de Marajó (descubierta 20 años después de la creación del mapa), las Islas Malvinas, La Cordillera de los Andes, dibujos de alpacas (animales desconocidos para la época), las altiplanicies submarinas de San Pedro y San Pablo, la ubicación exacta de Cuba, la señalización de la extensiones correctas de ríos y las curiosidades que ya se mencionaron sobre la Antártida.
Aunque la existencia del Mapa de Piri Reis incomode a los científicos actuales y ponga en entredicho la certeza que se tiene hasta ahora del progreso lineal de la humanidad, el hecho de que este “oopart” (objeto fuera de lugar) exprese con tanto detalle las extensiones de los territorios como si hubieran sido pintados desde el espacio exterior llena de incertidumbre a los especialistas que estudian dicho mapa.

Finalmente, debemos tener en cuenta esa historia que expresa que el almirante Piri Reis se basó en fragmentos de mapas antiguos que provenían de los reyes del mar. Tal vez en el pasado existió otra humanidad la cual contaba con sorprendentes avances tecnológicos que podrían rivalizar y hasta superar los nuestros.