En estos tiempos de pandemia, de reflexión y mucho retraimiento, he estado pensando mucho en las pérdidas de personas queridas y lo doloroso que es saber que hay seres irremplazables en nuestras vidas… el caso (para no entrar en profundidades) es que estas cavilaciones me llevaron a pensar ¿Qué sería de mis historias favoritas, si cierto personaje no hubiese muerto?
Estuve investigando y respecto al desarrollo de personajes literarios, hay muertes necesarias (las que son indispensables para que la historia tome el giro requerido) y gratuitas (las que no tienen repercusión en la historia).
Entonces, comprendí que hay muertes que tienen que ser parte de la trama, para que la historia tenga el impacto deseado. Por ejemplo: en Bajo la misma estrella, Gus tenía que morir, para que yo llorara, y para que el final de la historia fuese desgarrador. Cuando leí Yo antes de ti, guardé toda la esperanza que me encontraría con un final tipo Disney, pero ¡NO!, el caso es que la muerte de Will también era necesaria.
Pero luego vinieron a mi cabeza algunas muertes gratuitas (o lo son para mí, porque eran de mis personajes favoritos). El primero que se me vino a la mente fue … claro que sí, Dumbledore ¿por qué se fue? ¿por qué murió? (si lo leíste cantando, eres de los míos. ¿La historia de Harry Potter hubiese sido la misma, si Dumbledore no hubiese muerto? Sra. Rowling, ¿era necesario que lo matara? Pero no solo esa muerte, nos hizo llorar, porque justo cuando empezamos a entender a Snape y hasta nos encariñamos con él, llegó Nagini y acabo con la empatía.
Debo confesar que lloré cuando Bellatrix acabó con Sirius. Sirius Black personificaba la felicidad cercana para Harry, al fin parecía que dejaría atrás sus penurias; sería un niño amado por alguien que lo aceptaba tal como era y de repente, mueren con él todas nuestras expectativas de una vida feliz. Una muerte necesaria, lo sé, pero que destruyó por momentos mi ánimo.
En El señor de los anillos, Gollum debía morir, era una muerte necesaria, porque él debía destruir el anillo único. Pero yo me encariñé con el personaje, y las conversaciones con su alterego Smeagol (¡que bien pensado, Sr. Tolkien!)
Una historia cargada de muertes inesperadas, donde sufrí de principio a fin, fue Juego de tronos. Algunas, la verdad me parecieron producto de la justicia, como la de Ramsay Bolton o Joffrey Baratheon. Otras, fueron indispensables para la trama, porque si Ned Stark no moría, no había historia… le perdono semejante muerte a G. R. R. Martin. Pero, ¿era necesario la boda roja? ¿Cómo dejaron que Melisandre sacrificara a Shireen? !Hodor, HODOR¡ que era como un osito cariñoso y terminó ahí, sujetando esa puerta… No quiero hablar del final de la serie, porque sé que G. R. R. Martin terminará la historia de modo impactante (con muertes necesarias y gratuitas) e inolvidable.
En El Conde de Montecristo, el padre debía morir, para que los acontecimientos tomen su curso, y la historia sea tan maravillosa… pero como duele; digamos que esa muerte era necesaria. Ahora, Sr. Shakespeare, ¿era necesario que Romeo y Julieta se murieran de una manera tan desafortunada? (y tan desesperantemente absurda), supongo que esa es la sustancia de las tragedias Shakespearianas, pero que ganas de ir a zarandear a Romeo o derramarle el veneno a Julieta, con un manotazo.
Claro que esas muertes le dan impacto a las historias (sean necesarias o gratuitas), al final, hacen que esos personajes sean inolvidables y que sintamos la necesidad de guardar luto por la pérdida. Puede parecer absurdo , pero es un hecho que algunos especialistas han investigado al respecto, según afirma Sandoval (2015) quien indica que la pérdida de un personaje duele, porque nos reflejamos en ese ser ficticio y de alguna manera hemos creado nexos emocionales; es por ello que sentimos luto y la pérdida de este personaje tiene un peso emocional.
Como en la vida, la muerte (necesaria o gratuita) viene cargada de lecciones, algunas marcan hitos en nuestras vidas, otras pasan… Pero, si tú eres de los que sufre cuando un ficticio llega a su fin, tengo una noticia para ti: Estoy contigo y somos muchos.
Referencias:
Sandoval, C. (2015). El luto por los personajes de ficción sí existe. El Comercio. https://www.elcomercio.com/afull/luto-muerte-personajes-seriesdetelevision-emociones.html