El hablar sobre la novela Si te pudiera mentir del autor Berne Ayalá, será una manera de enfocarnos en que los sucesos históricos son una telenovela. Esta es una producción literaria que parte en el sentido de narrar cómo se vivió el aspecto de la ofensiva guerrillera y del conflicto armado en diferentes localidades de la capital de El Salvador. Mediante aspectos como la ironía, la cobardía, el fanatismo y la sátira, expondrá sucesos como el asesinato de los jesuitas y las relaciones entre miembros del gobierno con los coroneles de la cofradía de la Tandona.
El primer capítulo titulado El presidente y la cofradía de los coroneles, nos presentará la contextualización del ambiente, un ambiente caracterizado por las diferentes disputas armadas entre los guerrilleros y los miembros de la fuerza armada. Asimismo, se nos presentará los primeros personajes en escena, en este caso al presidente, el cual lo pinta el autor como un hombre que por la presión de apenas cinco meses de gestión ha perdido el cabello y comienza a presentar arrugas; igualmente, se hace mención al siguiente personaje, el cual es el ministro Walterio Garduña quien posee una amistad apadrinada por la influencia política con el presidente.
Digo apadrinada ya que se hace mención que dado a los problemas que sostuvo Roberto D’abuisson por el asesinato de Oscar Arnulfo Romero, Walterio Garduña le propone a ese entonces no presidente ponerse de candidato para la presidencia. En otros aspectos, se nos narra que el día en que empieza la trama, es la celebración del cumpleaños del mandatario, celebración que se llevaría a cabo en una isla del lago de Coatepeque, donde tocaría el grupo de Aniceto Molina. Ya teniendo a los dos primeros personajes de esta producción, se nos presenta a Manuela, una actriz mexicana que está en una relación con el presidente y que en posteriores situaciones será de mucha importancia.
Dicha celebración se interrumpe cuando un escuadrón de la fuerza armada llega al punto de la celebración para informar que las fuerzas guerrilleras han entrado a la capital. Pasado estos sucesos, se presenta al personaje que tendrá mucha relevancia, si no es que toda, me refiero a Silverio Maravilla; este personaje se nos introduce como un guionista de telenovelas fracasado que, por ciertos motivos llegó a ser asesor personal del presidente de la república. Así mismo, se presenta su esposa (con quien tiene una relación problemática), Esther Wright Maravilla, una mujer que mantiene una ideología de inmunidad por su estatus social, sin embargo, será un personaje que tenga una dicha importancia a posteriori.
Dado las consecuencias de la intromisión repentina de los escuadrones para avisar sobre la ofensiva guerrillera, el presidente llama a Silverio para reunirse con él y poder aclarar la situación que se vive en la capital, dichas conversaciones llegan a un resultado, ir a la base del Estado Mayor para tener una mejor valoración de los hechos gracias a la información que puedan tener los altos mandos. Diversas situaciones se plantean en este capítulo, desde el desacuerdo del ministro y Silverio de permitir a Manuela alojarse con ellos en la base, las primeras muestras de la relación entre el presidente e Ignacio Ellacuría, hasta la primera contextualización de la cofradía de la Tandona.
Entre suceso y suceso, se nos presenta a los integrantes de aquel grupo conocido como la Tandona. Un grupo de coroneles que no solo ascendieron en sus grados militares, ya que, como menciona Berne Ayalá, estos también crecieron en los aspectos económicos; ahora bien, dentro de este grupo de coroneles se encuentra René Emilio Ponce, Gilberto Rubio Rubio, Juan Orlando Zepeda, Inocente Orlando Montano, Joaquín Arnoldo Cerna, entro otros. La primera plasmación que se obtiene en la relación entre la Tandona y el presidente es de desapruebo e indiferencia por parte de los coroneles al presidente y sus acompañantes.
En el desarrollo del primer capítulo se verá la interacción entre ambos grupos mencionados con anterioridad. Gracias a los diferentes movimientos de la guerrilla, se puede observar en la novela cómo Silverio Maravilla va incrementando su importancia, pues a pesar de ser guionista, mantiene un conocimiento amplio y un avanzado análisis de las situaciones, aspectos que pondrán a los coroneles al tanto de sus acciones. Entre sátiras del comportamiento de Silverio con el presidente por parte de su esposa, interacciones entre la cofradía de los coroneles y demás personajes, llegamos a un punto importante de la trama, la supuesta participación de Ignacio Ellacuría con la guerrilla.
Es interesante la manera en que se muestra este hecho, cómo Berne Ayalá nos pone en el papel de un docente de la UCA cuya hija fue, en primeras instancias, violada por guerrilleros y cuya prueba la tenga el personal de la fuerza armada. Estos elementos o cabos vacíos, hacen que el lector pueda crear su hipótesis sobre las diferentes acciones que pueden llegar a cometer ambos bandos, por un lado, plasmar una hipótesis de la crueldad de la guerrilla en actos como violaciones o, por otro, llegar a visualizar lo cínico que puede llegar a ser la fuerza armada para construir y obrar un plan de desprestigio y, a la vez, un plan para la obtención de información del bando enemigo.
Continuando con la historia, después que el docente vea las pruebas sobre el acto ilícito contra su hija, comienza a destapar información que vinculaba a Ignacio Ellacuría como colaborador de la guerrilla para comenzar, junto a otros jesuitas, un movimiento de insurrección. Entre todo ese proceso de interrogación, obtención de datos, y diversos hechos como la idea del bombardeo de la capital, avances de la guerrilla, los coroneles van asumiendo más importancia a la hipótesis de insurrección, llegando a tomar una de las decisiones más difíciles entre el fanatismo y sátira religiosa por parte capellán Matías Delgado.
El segundo capítulo tiene un título apropiado para la secuencia de sucesos que aparecerán. Bajo la tormenta, nombre del capítulo y una metáfora bien utilizada, pues, en estos momentos de la historia, se empieza a agravar un poco más la relación entre el presidente, sus acompañantes y los coroneles; no obstante, se apreciará una nueva ambientación dentro de lo que es la trama, si es cierto que los personajes principales son el presidente, el ministro Walterio y Silverio, la carga narrativa caerá sobre otros personajes. En primer lugar, encontraremos a la esposa del coronel Zacapa, mujer que influirá mucho, pues gracias a sus ideales religiosos y morales, llega a ser la informante de los jesuitas.
Las acciones de Marta Julia comienzan a excavar un desarrollo de acciones que permitirán ver nuevas analogías. En otras palabras, al plasmar uno de los objetivos que tiene, el cual es mandar una carta a Ignacio Ellacuría, esto provocará observar el quiebre de la obediencia militar gracias al capitán Barra Méndez quien es el que ayuda al cometido de la esposa del coronel Manfredo Zacapa. Lo que suceda con el capitán Barra Méndez nos pondrá en una posición donde veamos una analogía muy certera, «actúo en contra de la institución a la cual pertenezco, pero, a sabiendas que puedo recibir un disparo fulminante».
Entre diferentes posturas de la participación de los jesuitas al lado de los guerrilleros, mismos miembros de la fuerza armada que ya son sabedores de las acciones que se tomarán, mencionan la posibilidad que todo se vuelva una «tormenta»; por otra parte, Berne Ayalá nos pondrá bajo una visión muy característica, la visión de un teniente que por órdenes debe de acabar con la vida de aquellos que fueron sus mentores en una edad temprana. Mediante el personaje del teniente Espinoza Guerra, Berne Ayalá nos pondrá en la situación de un choque de ideas, de nostalgia, de lo moral.
Por fin se llega a la noche del 15 de noviembre y madrugada del 16. El momento del accionar del plan de los coroneles de la Tandona, acabar con el inminente peligro, en este caso, los jesuitas. La plasmación sobre el asesinato, es decir, los datos estratégicos, la ambientación y esa tensión de los jesuitas, es de los puntos más fuertes de la novela de Berne Ayalá; desde el custodio de las mujeres que se encontraban en una de las habitaciones de la institución, la secuencia de los jesuitas saliendo de sus escondites para posteriormente acostarse boca abajo y las reacciones opuestas que tuvieron al saber que en ese momento iban a morir, la ejecución de estos junto a las mujeres y la falsa acusación hacia los guerrilleros, hace que esta sea una escena muy lograda por parte del autor.
El capítulo tres, Suite exótica de las Américas, empieza en la casa de los Maravilla, con Esther y su amante Antonio Miranda quienes han estado refugiados en ese techo desde el 11 de noviembre. Estos escuchan por medio de la radio las actualizaciones sobre las diferentes disputas armadas y observan que afuera se vive un caos de gente abandonando el país por los inminentes resultados que se verán a futuro. Los sucesos que abarca este capítulo giran en una idea principal: la posible suspensión definitiva de la colaboración de Estados Unidos con la fuerza armada de El Salvador, por el resultado de la investigación sobre la «verdad» del asesinato de los jesuitas.
En este punto, es de mencionar que Silverio Maravilla ha llevado escribiendo una bitácora completa de los sucesos desde su llegada a las bases del Estado. En estos momentos de la trama es factible saber que los que se hable del asesinato y la acusación falsa hacia los guerrilleros será apoyada, pues, por el presidente, Silverio y el ministro; por tanto, los resultados de las charlas que se obtienen con los nuevos personajes introducidos quienes son Douglas Wayne y el embajador, apoyaran la postura de los coroneles para evitar la pérdida de ese gran apoyo económico y la posible muerte a mano de estos.
No obstante, otros de los sucesos importantes dentro de la producción literaria gira en torno a Douglas Wayne. Pues, anteriormente se había plasmado que, siendo sabedor de los posibles riesgos de mantenerse en las instalaciones de la DNI, se traslada al Hotel Sheralton, Su migración de local no trajo algo positivo, pues un suceso importante dentro de este capítulo es la toma del hotel a manos de miembros de la guerrilla, siendo este uno de los impulsadores del accionar de la fuerza armada para la eliminación de los «los terroristas», poco a poco ese plano de falsedad sobre la retirada de los guerrilleros se iba desmoronando.
Las acciones que tomó la guerrilla fueron inteligentes y muy acertadas al momento de ejecutarse. Llegó así uno de los momentos más cruciales que involucran a Silverio, la toma de la colonia Escalón por parte de los «terroristas». Saber que su esposa se encontraba en la vivienda, sin ninguna protección según él, provocó que esa tranquilidad y frialdad momentánea en aspectos militares cambiara a una preocupación exagerada por su mujer. Tales actos vividos en ese tiempo por Douglas Wayne y demás personajes fue el detonante para la posición más arriesgada de Silverio Maravilla, la negociación con el enemigo.
El cuarto capítulo, Las pisadas del caballo de Troya, nos presentará diferentes rasgos de la relación entre la clase alta y el pueblo. El capítulo nos plantea como Esther quien mantenía su posición de inmunidad por ser burguesa es atrapada por la realidad de la guerra, al ser su hogar invadido por miembros de la guerrilla. Así es como se nos presenta al comandante Lino, un comandante que se observa conocedor de la ideología comunista y quien es responsable de provocar un cambio en el personaje de Esther, pues esa idea que sostenía de los guerrilleros, se borró al interactuar con el comandante guerrillero, ya no solo eran hombres sucios que disparaban, eran hombres que sabían el porqué de su lucha.
Este capítulo sirve para aclarar ciertos aspectos que han quedado sueltos a lo largo de la trama y explicar la postura de los guerrilleros. Berne Ayalá hace una realización mediante un dialogo entre el comandante Lino y Esther, donde el comandante guerrillero explica cuál es el motivo de la guerrilla contra los altos mandos:
«[…] la revolución debe ser vengadora, no puede ser otra su ambición, porque los hombres insistimos en quebrar las cadenas de los absolutismos, como el de sus lujos y derroches que contrastan con la miseria del pueblo […]» (p.327).
Como resultado de los diferentes sucesos que involucraban a la colonia Escalón y a Esther Maravilla, Silverio asume la responsabilidad de ser intermediario en las negociaciones con los guerrilleros. Así, Silverio Maravilla se contactaría con el comandante Lino para saber las exigencias del bando guerrillero, que fueron las de tener el medio de comunicación para exponer la hazaña lograda y la caída gradual de la fuerza armada; posterior a esto, se podrá observar la interacción entre el comandante Lino y Silverio, intercambiando posturas ideológicas que van explicando hechos mencionados con anterioridad en la novela.
Anteriormente, en el capítulo uno de esta producción literaria se hace mención a un supuesto acto ilícito de la guerrilla con la hija de un docente de la UCA. En la interacción entre Silverio Maravilla y el comandante Lino, este último empieza a conversar sobre los errores que cometió la fuerza armada con la situación de los jesuitas, desde hacer mención que la guerrilla comete actos de violación o asesinatos masivos, hasta el error más grave en ese punto de la trama, el asesinato de intelectuales y de personas inocentes, de la acusación de las que eran víctimas. El capítulo finaliza con el logro de la guerrilla, exponer su victoria y la derrota en ese momento de la fuerza armada y con el pobre Silverio sabedor de la infidelidad de su amada mujer.
La seducción de la mantis religiosa título otorgado al quinto capítulo de la novela. La trama continua unos cuantos días después de la toma de la colonia Escalón, con los tres personajes principales repitiendo la idea sobre la culpabilidad no solo recaerá en los coroneles de la Tandona, también afectará a cada uno de ellos; recordemos que en pasados capítulos se mostraba la postura del presidente como jefe de la fuerza armada, sin embargo, al no actuar para el bloqueo del asesinato de los jesuitas lo convierte en cómplice de esto. Asimismo, el trío de personajes debía actuar por la razón que una nueva comisión estaba a cargo de la investigación de los hechos del 16 de noviembre.
Diferentes situaciones se nos mostrarán a lo largo de este capítulo. En primer lugar, se nos hace mención sobre la disolución del matrimonio entre Silverio y Esther, por la infidelidad de la última, en segundo lugar, un hecho que era muy deducible, el «suicidio» de la esposa del coronel Manfredo Zacapa, un hecho que deja abierta la situación para llegar a la hipótesis de la participación de la Tandona en susodicho resultado. Asimismo, la falsa relación de Manuela y el presidente, plan articulado por la mente maestra de toda la novela a mi parecer, Silverio Maravilla, un personaje que hasta el momento ha sido el único desarrollado de una manera muy sofisticada.
No obstante, a pesar de los sucesos que he comentado con anterioridad, aparecerá uno de los últimos personajes, y, que será participante de uno de los hechos más deducibles de la novela, me refiero al Doctor Guerrero. El doctor guerrero se presenta como la elección del presidente en dirigir una investigación más rigurosa para descubrir los artífices y el contexto de todos los hechos desde el 11 de noviembre; de igual formar, Silverio Maravilla es elegido como colaborador del Doctor Guerrero, entre conversación y conversación, el doctor se va percatando que Silverio Maravilla posee más información sobre los diferentes hechos que se cometieron durante el periodo de la planificación y ejecución de los jesuitas.
Esther retoma un papel muy importante dentro de estos momentos. El Doctor Guerrero al observar que los coroneles de la Tandona no colaborarían con él y que la información de diferentes informes presenta vacíos, se motiva aún más a descubrir la verdad de ese 16 de noviembre; así es como entra la exesposa de Silverio Maravilla, entregando distintos documentos de valiosa información que tenía guardados desde hace un tiempo por petición de su esposo. El doctor al tener valiosa información se lo comunica al Roberto D’abuisson quien era uno de los colegas más íntimos, al momento de dirigirse hacia el lugar donde se encuentra D’abuisson es acorralado por hombres que lo matan y posterior roban los documentos que Esther había entregado.
Esto provoca una posición que ya se ha desarrollado a lo largo de toda la novela, la guerrilla como responsable de este acto. Es de saber que estas suposiciones son, más que todo, escapes de los problemas que pueden resultar al señalar a los coroneles de la Tandona. Al final, el papel del gobierno es un papel cobarde e inseguro. Por último, se nos presenta lo que es el “bonus track” de la novela, una susodicha interacción entre el autor y un Silverio Maravilla golpeado por los años, comentando sobre los diferentes actos que se cometieron, las posturas de las personas de ese ambiente, y dando un giro narrativo donde Silverio pone a disposición del escritor todos los documentos guardados sobre esos días y meses, haciendo que la novela que hemos leído sea el resultado de esa investigación exhausta.
Para ir finalizando, hacer comentarios de esta producción de Berne Ayalá es algo curioso. Si bien la mayoría de personajes que hacen presencia dentro de la novela no poseen un desarrollo favorable, el desarrollo de Silverio Maravilla opaca en cierta medida ese aspecto, la utilización de la sátira por parte de personajes como el presidente, el capellán Matías Delgado o Antonio Miranda permiten la aparición de un humor que logra apaciguar en cierto nivel la tensión que plasma el autor en los diferentes sucesos, sucesos marcados por el fanatismo ideológico y el cinismo de los diferentes coroneles de la Tandona.
La expresión de los bandos participes de las trifulcas armadas, es decir, tanto el bando guerrillero como la fuerza armada, nos permite saber la posición de Berne Ayalá en esta producción. Asimismo, la historia narrada no es más que la antesala, el desarrollo y las consecuencias de lo que hoy conocemos como el asesinato de los jesuitas, y la posterior situación judicial en contra de los partícipes, pero, con un lenguaje sencillo, escenas pintadas con diferentes propósitos mencionados al inicio de esta reseña y, bueno, escenas como si de una telenovela se tratase, logra el cometido de narrarnos esos momentos de una nueva manera.
Por último, no hay que dejar de lado los datos sobre el proceso del asesinato, de los artífices e inclusive de aquellos extranjeros que rondaban en El Salvador por ese lapsus de tiempo. Estos elementos bien logrados, permiten al lector crear una simulación dentro de sus pensamientos sobre las posibles causas, consecuencias o artimañas que llevaron al fatídico 16 de noviembre de 1989, y, al mismo tiempo, muestran la preparación del autor en la investigación de vastos artículos y documentos de esas épocas.
Bibliografía
Ayalá, B. (2016). Si te Pudiera Mentir. Expedición Americana.